Derechos y obligaciones en el Islam

Derechos que Dios tiene sobre el ser humano

El derecho esencial de Dios sobre los seres humanos es que le adoren sólo a Él, sin asociarle rivales ni compañeros, ni atribuirle hijos ni hijas. La eterna verdad de la creación es: LA ILAHA ILAL-ALLAH “No existe otra divinidad excepto Dios”, lo que significa que no existe otro “dios”, deidad o ente digno de alabanza y absoluta obediencia. Este es el testimonio de fe de un musulmán, el cual exige los siguientes requisitos:

El ser humano debe entregarse a Dios con fe sincera, declarando con su palabra, aceptando con su corazón y demostrando con sus acciones la verdad manifiesta que Dios nos ofrece en el Sagrado Corán: Sabe [¡Oh, Muhámmad!] que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Dios, e implora el perdón de tus faltas y la de los creyentes y las creyentes. Dios bien conoce lo que hacéis dentro y fuera de vuestros hogares (47:19)

Sólo Dios merece ser adorado y obedecido incondicionalmente. Nadie tiene derecho a ser adorado junto con Dios. Todas las palabras, actos e intenciones ocultas deben estar dentro de lo que el Todopoderoso ha permitido. Todas las acciones del ser humano deberían realizarse para alcanzar la complacencia del Todopoderoso. Dios manifiesta en el Sagrado Corán: Vuestro Señor dice: Invocadme, que os responderé [vuestras súplicas]. Por cierto que quienes se ensoberbecen y se niegan a adorarme, ingresarán al Infierno humillados. (40:60)

Los seres humanos deben someterse a la voluntad de Dios mediante la obediencia a los mandamientos que han sido revelados para la salvación del hombre. Esto se basa en las instrucciones del siguiente versículo del Sagrado Corán: Un creyente o a una creyente no deben, cuando Dios y Su Mensajero hayan dictaminado un asunto, actuar en forma contraria; y sabed que quien desobedezca a Dios y a Su Mensajero se habrá desviado evidentemente (33:36)

El musulmán debe tener amor devocional por Dios y obedecer a su Profeta. ( s ) Este amor debería ser superior al amor a otros seres y a su amor propio en momentos de conflicto y contradicción. Dios, Alabado sea, nos dice lo siguiente en este versículo del Sagrado Corán: Diles [¡Oh, Muhámmad!]: Si vuestros padres, hijos, hermanos, esposas y familiares, los bienes que hayáis adquirido, los negocios que temáis perder y las propiedades que poseáis y os agraden, son más amados para vosotros que Dios, Su Mensajero y la lucha por Su causa, pues entonces esperad que os sobrevenga el castigo de Dios; y sabed que Dios no guía a los corruptos (9:24)

El musulmán debe creer en los Nombres y Atributos que Dios ha reclamado para sí mismo, o aquellos nombres con que se designó mediante la revelación a Su Último Profeta y Mensajero. ( s ) Nadie puede atribuirle a Dios ningún nombre o cualidad por especulación sin que Dios mismo o Su Profeta y Mensajero se la hayan atribuido. El Islam no comprende ni concede similitud alguna con los conceptos antropomórficos de Dios que predominanen Occidente, al creer en los Nombres y Atributos de Dios. Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: No hay nada ni nadie semejante a Dios, y Él es Omnioyente, Omnividente (42:11)

El hombre debe adorar sólo a Dios de la manera y forma legislada por Él mismo a través de sus Mensajeros y Profetas. No se debe inventar formas de adoración basadas en la especulación y luego asignarlas a la religión. Toda forma de adoración debe tener un asidero corroborable en las fuentes del Islam: el Sagrado Corán y los relatos del Último Profeta. Por ejemplo, practicar las oraciones obligatorias “Salah”. Uno de los frutos de ofrecer y mantener dicha oración es que ayuda a hacer el bien y detener todos los actos malignos. Dios dice en el Sagrado Corán: Recita lo que se te ha revelado del Corán y haz la oración, que ciertamente la oración preserva de cometer actos inmorales y reprobables. Y sabe que tener presente a Dios en el corazón durante la oración es lo importante, y Dios sabe lo que hacéis (29:45)

El pago de Zakat o caridad obligatoria para los desposeídos y necesitados significa la purificación moral de la propia riqueza y la eliminación progresiva de la miseria y la avaricia, a la vez que alivia los dolores y tribulaciones de los menos afortunados. Dios manifiesta en el Sagrado Corán: Aquel que da parte de su riqueza con el anhelo de purificarse, y que cuando hace una obra de bien, no la hace esperando la retribución de los hombres sino anhelando el rostro de su Señor el Altísimo (92:18-20)

Cumplir con el ayuno prescripto le permite al ser humano tener un mejor control y autodisciplina sobre las tentaciones y pasiones. El hombre se vuelve másconsciente del sentido de piedad y temor a Dios y de las necesidades de los pobres y menos afortunados. Dios manifiesta al respecto lo siguiente en el Sagrado Corán: ¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad (2:183)

La peregrinación a La Meca tiene muchas ventajas, tal como lo dice Dios en el Sagrado Corán: Para que atestigüen todas las gracias [de la peregrinación], y recuerden el nombre de Dios en los días consabidos al sacrificar las reses del ganado que Él les ha proveído. Comed, pues, de ellas, y dad de comer al indigente y al pobre (22:28)

Todos estos y otros actos de adoración obligatorios en el Islam tienen como resultado beneficiar al hombre. No existen grandes dificultades o imposibilidades para realizarlas cuando se desea hacerlo. Dios nos dice en el Sagrado Corán: Dios desea facilitaros las cosas y no dificultárosla (2:185)

El Mensajero de Dios ( s ) dijo lo siguiente apoyando este concepto: “Si les ordeno algo, háganlo tanto como puedan” (Sahih Al-Bujari, Hadiz n° 1337)
también: ( d ) Dijo “La religión es sencilla…” (Registrado por Al-Bujari, Muslim y otros.)

En caso de enfermedad u otras dificultades, las adoraciones pueden eximirse por completo o llevarse a cabo con ciertas concesiones. Por ejemplo, para la oración diaria obligatoria es necesario estar de pie, pero si la persona no puede estar parada, puede hacerlo sentada, y si no puede sentarse, puede hacerlo recostada de lado o de espaldas, o de alguna otra manera adecuada a su situación. Si un creyente no puede mantener su oración en ninguna de las situaciones descriptas, puede hacerlo moviendo las manos e incluso los ojos. Es necesario realizar la ablución antes de ofrecer una oración, pero este requisito se puede obviar si la persona no puede encontrar agua o si su uso le puede causar algún daño.

En ese caso, realiza la ablución ritual con polvo limpio en vez de agua (Tayámmum) y ofrece su oración tal como lo haría si se hubiese lavado con agua. Una mujer que está en su período menstrual o con sangrado post- parto está exenta de realizar la oración hasta tanto se haya detenido por completo la hemorragia.

El musulmán o musulmana que no posee el monto mínimo requerido para pagar la caridad obligatoria no tiene que pagarla. Una persona anciana que no puede ayunar, o un enfermo que no puede ayunar son ejemplos de personas exentas de esta obligación.

En ese caso tienen que pagar una expiación si están en condiciones de hacerlo. La expiación consiste en dar de comer a una persona necesitada una comida por cada día no ayunado. De igual manera, el viajero puede romper su ayuno mientras viaja, puesto que viajar implica cansancio y fatiga. Una mujer que está menstruando o después de haber dado a luz no tiene tampoco la obligación de ayunar hasta tanto se le haya detenido la hemorragia, luego de lo cual recupera los días de ayuno perdido.

La peregrinación a La Meca no es obligatoria para la persona que no tiene capacidad física o financiera. Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Es una obligación para los hombres peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones para hacerlo. Y quien niegue lo que Dios ha prescripto, sepa que Dios prescinde de todas las criaturas (3:97)

Otro ejemplo de la mitigación de las dificultades en el Islam es cuando una persona se enfrenta a una carencia de alimentos lícitos y está al borde de la muerte: En ese casto está permitido que ingiera alimentos ilícitos como la carne mortecina, el cerdo o el vino.En ese caso puede comer lo suficiente para mantenerse con vida. Esta regla también se basa en las siguientes instrucciones del versículo del Sagrado Corán: Se os ha prohibido la carne del animal muerto por causa natural, la sangre, la carne de cerdo, la del animal que haya sido sacrificado invocando otro nombre que no sea el de Dios. Pero si alguien se ve forzado por hambre, sin intención de pecar ni excederse, no será un pecado para él. Ciertamente Dios es Absolvedor, Indulgente (2:173)

Los derechos del Profeta Muhámmad

Dios envió a todos Sus Mensajeros para que guiasen a la humanidad, y si el hombre cree en ellos y les obedece brindándoles todos sus derechos, Dios nos asegura el éxito en esta vida y el Más Allá como recompensa. Estos derechos se resumen en el siguiente testimonio junto con el testimonio ya expuesto: “No existe digno de alabanza excepto Dios y Muhámmad es el Siervo y Mensajero de Dios”. ( s ) Esta declaración exige lo siguiente:

  • Creer en la universalidad del Mensaje del Profeta Muhámmad, que es para toda la humanidad. El Islam no está orientado a una categoría específica de personas, como fue el caso de los Profetas y Mensajeros ( s ) anteriores. Esto se deriva del siguiente versículo del Sagrado Corán: Di: ¡Oh, hombres! Ciertamente soy el Mensajero de Dios para todos vosotros. A Él pertenece el reino de los cielos y de la Tierra; no hay más divinidad queÉl, da la vida y la muerte; creed pues, en Dios y en Su Mensajero, el Profeta iletrado, quien cree en Dios y en todos los Libros revelados anteriormente, y seguidle, pues así os encaminaréis (7:158)
  • Creer que Muhámmad, el Mensajero y Profeta ( s ) de Dios, ha sido protegido por Dios contra los posibles errores humanos en relación a su misión profética. Esto incluye creer que el Profeta nunca omitió ni añadió nada al Mensaje de Dios. Esto se detalla en el siguiente versículo del Sagrado Corán: Vuestro compañero [el Profeta Muhámmad] no se ha extraviado, ni está en un error. Ni habla de acuerdo a sus pasiones. Él sólo trasmite lo que le ha sido revelado (53:3)
  • Creer que el Profeta ( s ) Muhámmad es el Último Profeta y Mensajero de Dios para la humanidad, y que no habrá ningún otro Profeta ( s ) ni Mensajero después de él. Dice Dios en el Sagrado Corán: Muhámmad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino el Mensajero de Dios y el sello de los Profetas; y Dios es Omnisciente (33:40)
    El Mensajero de Dios ( s ) dijo: “…y no habrá un nuevo profeta después de mí”
    (Registrado por Al-Bujari n° 4416, y Muslim n° 2404 y otros.)
  • Creer que las obligaciones religiosas y los mandamientos divinos que Dios envió a la humanidad son completos, y que el Profeta ( s ) ha transmitido el Mensaje de Dios en su totalidad, dándole el mejor consejo al ser humano y la mejor guía para hacer el bien y evitar el mal. Esto ha dicho Dios en el siguiente versículo del Sagrado Corán: Hoy los incrédulos han perdido las esperanzas de haceros renunciar a vuestra religión. No les temáis, sino temedme a Mí. Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia sobre vosotros y os he otorgado el Islam como religión (5:3)

Creer que el Islam complace a Dios, y que todos los actos prescriptos de adoración se basan y giran en torno a estas leyes divinas. Las obras humanas que se hagan sin tomarle en cuenta no serán aceptadas, Dios sabe mejor, a menos que estén en conformidad con las leyes divinas. Esto se basa en el siguiente versículo del Sagrado Corán: Quien siga una religión diferente al Islam [la entrega a Dios] no se le aceptará, y en la otra vida se contará entre los perdedores (3:85)

El Creyente debe cumplir con los mandamientos del Profeta ( s ) y debe luchar para evitar los actos de desobediencia tal como Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Los preceptos que os ha transmitido el Mensajero respetadlos, y absteneos de cuanto os haya prohibido. Y temed a Dios, pues Dios es severo en el castigo (59:7)

El musulmán debe mostrar aceptación y complacencia frente a todo veredicto emitido por el Profeta ( s ) pues Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Pero no, [juro] por tu Señor, que no serán creyentes a menos que te acepten como juez de sus disputas, y no se resistan a aceptar tu decisión y se sometan a ella completamente (4:65)

El musulmán debe seguir los relatos auténticos de la Tradición del Profeta ( s ) (Súnnah) tanto como pueda. Nadie, ningún shéij ni organización, tiene autoridad para modificar, añadir u omitir ninguna de las tradiciones del Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Di: Si verdaderamente amáis a Dios ¡Seguidme! Y Dios os amará y os perdonará los pecados. Dios es Absolvedor, Misericordioso (3:31)

El creyente debe respetar el estatus y la dignidad especial que Dios le otorgó a Su Profeta. Nadie debe adular ni degradar su estatus. Dijo el Profeta ( s ): “No me adulen como los cristianos adulan al hijo de María; pues no soy más que un servidor de Dios… por lo tanto deben decir de mí: El siervo y Mensajero de Dios” (Registrado por Al-Bujari.)
También dijo: “¡Oh, pueblo! Digan lo que tengan que decir, y no se dejen seducir por Satán. Soy Muhámmad, el siervo y Mensajero de Dios. No me gusta que eleven mi estatus por encima del que me ha asignado Dios” (Registrado por An-Nisa’i y verificado como aceptable)
También ha sido reportado que dijo: “No me halaguen más de lo que merezco. Dios me ha creado como servidor antes de llamarme Profeta y Mensajero” (Tabarani)

El musulmán debe ofrecer los saludos adecuados al Profeta y Mensajero de Dios ( s ) cuando se menciona su nombre como forma de respeto, tal como instruye el siguiente versículo del Sagrado Corán: Ciertamente Dios y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pedid bendiciones y paz por él (33:56)

El creyente debe tener amor y afecto verdadero por el Profeta y Mensajero de Dios ( s ) por encima del amor de todos los demás, puesto que la información y las prácticas de la verdadera religión de Dios y las muchas bendiciones que el Profeta ( s ) trajo como guía son el único medio parala salvación a través de la voluntad de Dios. Esto se basa en las siguientes instrucciones del Sagrado Corán: Diles [¡Oh, Muhámmad!]: Si vuestros padres, hijos, hermanos, esposas y familiares, los bienes que hayáis adquirido, los negocios que temáis perder y las propiedades que poseáis y os agraden son más amados para vosotros que Dios, Su Mensajero y la lucha por Su causa, pues entonces esperad que os sobrevenga el castigo de Dios; y sabed que Dios no guía a los corruptos (9:24)

El musulmán debe dedicar todo esfuerzo y oportunidad posible a convocar con sabiduría y paciencia, a otros al Mensaje de Muhámmad. ( y ) Debe esforzarse para informar a aquellos que desconocen o están desinformados y fortalecer a los débiles de fe. Como dice Dios, el Más Sabio, en el Sagrado Corán: Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Arguméntales de la mejor manera. Tu Señor sabe bien quién se extravía de Su camino y quién sigue la guía (16:125)
Esto también se basa en las palabras del Mensajero y Profeta ( s ) de Dios, que dicen: “Propaguen, en mi nombre, al menos una palabra o un versículo Coránico” (Al-Bujari, Hadiz n° 3461 y Tirmidhi, Hadiz n° 2669.)

  • Derechos para con los demás Profetas y Mensajeros
  • Derechos de los Padres
  • Derechos de la esposa
  • Derechos del esposo
  • Derechos de los Hijos
  • Derechos de los parientes
  • Derechos para con los demás Profetas y Mensajeros

    La creencia de un musulmán en el Islam no es completa o aceptable si no declara tener fe en la veracidad de todos los Profetas y Mensajeros de Dios anteriores. El musulmán debe creer que todos los Profetas y Mensajeros anteriores fueron enviados para grupos específicos de personas durante un momento específico, mientras que el Mensaje del Islam es universal, para todos los tiempos y lugares, hasta el Día del Juicio Final. Dice Dios en el Sagrado Corán: El Mensajero y sus seguidores creen en lo que le fue revelado por su Señor. Todos creen en Dios, en Sus Ángeles, en Sus Libros y en Sus Mensajeros. No hacemos diferencias entre ninguno de Sus Mensajeros. Y dicen: Oímos y obedecemos. Perdónanos Señor nuestro, pues ciertamente a Ti volveremos. (2:285)

    Los musulmanes deben transmitir el Mensaje del Islam a los demás, pero sin imposición, como dice Dios, Alabado sea, en el Sagrado Corán: Y diles: La Verdad proviene de vuestro Señor. Quien quiera que crea y quien no quiera que no lo haga. (18:29)

  • Derechos de los Padres

    Los derechos de los padres incluyen el respeto, el amor y la obediencia. Esta obediencia se da con la condición de que no contradiga la obediencia a los mandamientos de Dios y Su Mensajero. Implica cuidado y bondad con ambos padres, en especial cuando alcancen la vejez. La humildad y el respeto ante ambos padres es también una obligación, y está prohibida toda arrogancia o insolencia. La paciencia y la perseverancia son exigidas a la hora de servir a los padres, sin importar cuáles fueren las circunstancias. Dice Dios en el siguiente versículo del Sagrado Corán: Tu Señor ha ordenado que no adoréis sino a Él y que seáis benévolos con vuestros padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no seáis insolentes con ellos y ni siquiera les digáis: ¡Uf! Y háblales con dulzura y respeto. (17:23)
    El Mensajero de Dios ( s ) nos dio las siguientes instrucciones: “La complacencia de Dios se alcanza honrando a los padres. Así como la ira de Dios se alcanza siendo negligente ante las necesidades de los padres” (Tirmidhi, Hadiz n° 1962.)

    Tanto el padre como la madre tienen ese derecho aún si no son musulmanes, siempre y cuando no les ordenen a sus hijos a actuar en desobediencia a Dios y a los profetas. Aishah – la esposa del Profeta ( s ) dijo: ‘Mi madre vino a visitarme cuando aún no era musulmana. Le pregunté al Profeta ( s ) de Dios respecto a su visita (cómo tratarla) y le dije:
    Mi madre quiere visitarme. ¿Debo honrar su visita? Él me respondió: “Sí, honra la visita”.

    La madre merece prioridad en lo que respecta a bondad, simpatía, buenos sentimientos, amor y afecto tal como lo mencionó el Profeta de Dios: ( s ) “Un hombre se acercó al Profeta de Dios y le preguntó: ‘¡Oh Profeta de Dios! ¿Quién es la persona más digna y merecedora de mi buen trato y compañía? Él respondió: “Tu madre”. El hombre preguntó: ‘¿quién es la segunda persona digna de mi compañía?’. El Mensajero de Dios respondió: ( s ) ‘tu madre’. El hombre preguntó: ‘¿quién sigue después?’. La respuesta fue: ‘tu madre’. El hombre preguntó: ¿Quién sigue a continuación?’. El Mensajero de Dios respondió: “tu padre”. Y en otra versión también se agrega el final: “…tu padre, y luego el familiar más cercano, y luego el más cercano” (Al-Bujari Hadiz n° 2227, Muslim Hadiz n° 2584 y Tirmidhi Hadiz n° 1959.)

    El Mensajero de Dios ( s ) le asignó a la madre tres veces el derecho a la compañía. El padre, en comparación, sólo recibe ese derecho una vez. Esto se debe a que la madre sufremás dificultades durante el embarazo, el parto y el cuidado de los hijos. Dice Dios en el Sagrado Corán: Y por cierto que ordenamos al hombre ser benevolente con sus padres. [Y debe saber que] Su madre lo ha llevado [en el vientre] con esfuerzo y le ha dado a luz con dolor, y el período del embarazo y la lactancia dura treinta meses. Que cuando alcance la madurez, al llegar a los cuarenta años, diga: ¡Oh, Señor mío! Haz que sepa agradecerte los favores que nos has concedido, tanto a mí como a mis padres, y que pueda realizar obras buenas que Te complazcan, y concédeme una descendencia [creyente y] bondadosa. Ciertamente me arrepiento [de mis pecados] y me entrego a Ti. (46:15)

    De ninguna manera esto va en detrimento de los derechos del padre, puesto que el Profeta ( s ) dijo: “Ningún hijo puede compensar a su padre por todo lo que hizo por él, a menos que lo encuentre esclavo, lo compre y luego lo emancipe” (Registrado por Muslim.)

  • Derechos de la esposa

    Dote: La esposa tiene el derecho a recibir una dote de su esposo sin la cual el contrato matrimonial es nulo. La dote no debe ser anulada o ignorada, pero luego de completarse el contrato matrimonial, la esposa puede renunciar a su derecho tal como dice Dios en el Sagrado Corán: Dad a vuestras mujeres su dote con buena predisposición. Pero si renuncian a ella en vuestro favor, disponed de ésta como os plazca… (4:4)

    Manutención: El esposo debe brindar, de acuerdo a sus medios económicos, todos los requerimientos esenciales y básicos de su esposa, hijos y el hogar en su totalidad. Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Que el pudiente mantenga [a su hijo, y a su ex mujer mientras lo amamante] según sus medios, y aquel cuyo sustento sea limitado que lo haga acorde a lo que Dios le haya proveído. Dios no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Y ciertamente luego de toda dificultad Dios os enviará un alivio (65:7)

    Para fomentar la generosidad con la esposa, el Islam ha bautizado a esta manutención como caridad, la cual es altamente recompensada por Dios. El Profeta ( s ) le dijo a Sa’ad ibn Abi Waqqas: “Gasta en tu familia buscando la recompensa de Dios. Él te recompensará incluso por el bocado de comida que colocas en la boca de tu esposa” (Al-Bujari, Hadiz n° 3721)

    La esposa tiene derecho a tomar el monto requerido razonablemente de la propiedad de su esposo para ella y sus hijos sin conocimiento de su marido, si éste no gasta en ellos lo suficiente, según la tradición en la que Hind bint ‘Utbah dijo: Oh, Mensajero de Dios: ( y ) Ciertamente Abu Sufián es miserable y no me da lo suficiente para mí y para mi hijo excepto lo que yo tome sin su conocimiento. El Profeta le dijo: “Toma lo que sea razonablemente suficiente para ti y tu hijo” (Al-Bujari, Hadiz n° 5049)

    Compañía y relaciones íntimas: Uno de los derechos más importantes de una esposa es asegurarse por parte de su esposo un nivel satisfactorio de relaciones íntimas y de tiempo de calidad en su compañía. El derecho de la esposa y de los miembros de la familia debe mantenerse en su totalidad, pues una esposa necesita un marido cariñoso que cuide de ella y satisfaga sus necesidades emocionales. Como relató Yabir cuando el Profeta le ( s ) dijo: “¿Estás casado, Oh Yabir?”. Él respondió: Sí. Él le pregunto: “¿Virgen?”. Él le dijo: No. El Profeta preguntó: “¿Por qué no te casaste con una virgen para así poder jugar con ella y que ella juegue contigo y hacerla reír y que ella te haga reír a ti?” (Al-Bujari, Hadiz n° 6024)

    Protección de todos los secretos de la esposa: El esposo no debe dar a conocer las falencias y limitaciones de su esposa, sino que todo lo que vea y oiga de ella debe ser mantenido en secreto sin ser nunca revelado. Toda relación íntima entre los esposos en el Islam es algo atesorado y protegido de manera inviolable. Las relaciones maritales son relaciones sagradas según el Islam, tal como leemos en las instrucciones del Mensajero de Dios ( s ): “Una de las peores posiciones a la vista de Dios el Día del Juicio Final es la de un hombre que tiene relaciones íntimas con su esposa y luego revela en público los secretos de su esposa” (Muslim, Hadiz n° 1437)

    Trato justo y amable: El esposo debe tratar de manera justa a su esposa y al resto de los integrantes del hogar. El esposo debe demostrar cariño, bondad y resolver todo problema dentro sus posibilidades, a la vez que debe tolerar las falencias y limitaciones de su esposa buscando complacer a Dios en ambos mundos. El esposo debe consultar con su esposa respecto a su vida y sus necesidades y planes futuros. Debe proveer y asegurar para su esposa y hogar todos los medios para lograr un entorno pacífico dentro y fuera del hogar. Dijo el Mensajero de Dios ( s ): “Aquellos creyentes que tienen la fe más completa son quienes poseen el mejor carácter y los mejores de ustedes son los mejores con sus esposas” ( Tirmidhi, Hadiz n° 1162)

    Protección: Por todos los medios disponibles, el esposo no debe exponer a su esposa y miembros de su familia a ninguna situación inmoral o entorno pernicioso. Esto se basa en las siguientes instrucciones del Sagrado Corán: ¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras, y en el que habrá Ángeles violentos y severos que no desobedecen a Dios en lo que les ordena, sino que ejecutan cabalmente Sus órdenes. (66:6)


    El hombre debe proteger la riqueza y propiedades de su esposa y no debe utilizar sus fondos o pertenencias personales sin su consentimiento. No debe efectuar ninguna transacción que implique utilizar las finanzas de su esposa sin el consentimiento de ésta.
  • Derechos del esposo

    El esposo tiene derechos y obligaciones en el hogar puesto que es responsable por los miembros de su familia y debe dar cuenta de todos los aspectos de su manutención. Su liderazgo debe ser llevado a cabo con justicia, paciencia y sabiduría. Como dice Dios en el Sagrado Corán: Los hombres están a cargo de las mujeres debido a la preeminencia que Dios les ha otorgado, y deben mantenerlas con sus bienes. Las mujeres piadosas obedecen a Dios y a sus maridos, y cuidan en ausencia de ellos [su honor y sus bienes] encomendándose a Dios. A aquellas de quienes temáis que se rebelen, exhortadlas y dejadlas solas en sus lechos [sin cohabitar], o recurrid a otra medida para que recapaciten; si os obedecen no las maltratéis. Dios es Sublime, Grande (4:34)

    Una razón de las tantas para este grado de responsabilidad es que los hombres normalmente son más fuertes y racionales mientras que las mujeres son generalmente más delicadas y emocionales, rasgos otorgados por el Creador para que cumplan su rol complementario en la vida y en la familia. Una esposa debe obedecer los mandamientos e instrucciones de su esposo siempre y cuando no impliquen ningún acto de desobediencia al mandamiento de Dios y las instrucciones del Profeta. Aishah, la esposa del Profeta, ( s ) lo cuestionó una vez: “¿A quién debe obediencia una mujer? Él respondió espontáneamente: ‘Al esposo’. Le preguntaron al Mensajero: ‘¿A quién debe obediencia un hombre?’. Él respondió: ‘A su madre’ (Al-Hakim)

    Una esposa no debe exigirle a su esposo cosas que él no puede comprar, que no puede producir o que están más allá de su alcance. La esposa debe proteger a los hijos y el honor de su marido. Debe ser una confiable guardiana de la riqueza de la familia. No debe abandonar el hogar sin su conocimiento ni tampoco dejar entrar a nadie que no sea del agrado de su marido. Esto tiene como fin proteger el honor y la armonía de la familia, tal como lo indicó el Mensajero de Dios ( s ) : “La mejor de las mujeres es aquella que cuando la miras, estás complacido con ella, si le ordenas hacer algo (lícito), te obedecerá, y si estás ausente, protegerá y conservará tu riqueza y tu honor” (Ibn Mayah, Hadiz n° 1862)

  • Derechos de los Hijos

    Los derechos de los niños son numerosos, y comenzaremos mencionando el derecho a un nombre honorable. Dijo el Profeta ( s ): “Ciertamente, serán ustedes llamados por sus nombres y los nombres de sus padres el Día del Juicio Final, por lo tanto, dense buenos nombres” (Sahih Ibn Hibbaan, Hadiz n° 5818)

    Es un derecho la provisión de todas las necesidades de la vida, como una vivienda, alimentos lícitos, una educación beneficiosa y una correcta crianza. El Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Es suficiente pecado ser negligente con aquellos que están obligados a mantener [es decir, no brindándoles el cuidado y la crianza adecuados]” (Abu Da’ud, n° 1692.)

    Los padres deben enseñarles un buen comportamiento moral y protegerlos de los malos hábitos como mentir, engañar, ser egoístas, etc. El Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Cada uno de ustedes es pastor y responsable de quienes están bajo su cuidado” (Al-Bujari.)

    Los hijos tienen derecho a recibir un trato justo y equitativo sin ser preferidos por encima de otro en lo que respecta al trato, los regalos, herencia, etc.

    Un trato injusto para con los hijos puede dar como resultad unmal comportamiento hacia uno o ambos padres y los otros hermanos. Nu’man ibn Bashir dijo: mi padre me ofreció un regalo de su riqueza por lo cual mi madre Umrah bint Rawah dijo: No estoy de acuerdo con eso hasta tanto el Mensajero ( y ) de Dios sea testigo. Acto seguido, mi padre fue y le pidió que sea testigo de dicho regalo. El Mensajero de Dios le preguntó: “¿Le ofreciste lo mismo a tus otros hijos?”. El hombre respondió: ‘¡No!’. El Mensajero ( s ) le dijo: “Ten temor de Dios y sé justo con tus hijos”. Por lo tanto, mi padre tomó de regreso el regalo. (Muslim, Hadiz n° 1623)

  • Derechos de los parientes

    Los parientes tienen derechos específicos que les otorgan atención, visitas y apoyo especiales. El musulmán pudiente debe brindar asistencia a sus parientes, dando prioridad a los más cercanos en parentesco, y luego continuar en orden de cercanía familiar. El musulmán debe apoyar a sus hermanos y parientes en tiempos de necesidad y compartir sus preocupaciones. En el Sagrado Corán encontramos las siguientes palabras de Dios: ¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo ser, del que creó a su esposa e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Temed a Dios, en Cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco. Por cierto que Dios os observa (4:1)

    El Islam alienta al musulmán a ser bueno con sus parientes aún si éstos no lo son con él, y le pide que continúe sus relaciones aún si éstos las cortan. Boicotear a los parientes y miembros de la familia se considera un pecado grave en el Islam, tal como dice Dios en el Sagrado Corán: Si no obedecéis, corromperéis la Tierra y cortaréis los lazos familiares. ¿Acaso esto os agrada? Éstos son a quienes Dios ha maldecido haciendo que se comporten como sordos y ciegos (47:22-23)