Derechos y obligaciones en el Islam
Derechos que Dios tiene sobre el ser humano
El derecho esencial de Dios sobre los seres humanos es que le adoren sólo a Él, sin asociarle rivales ni compañeros, ni atribuirle hijos ni hijas. La eterna verdad de la creación es: LA ILAHA ILAL-ALLAH “No existe otra divinidad excepto Dios”, lo que significa que no existe otro “dios”, deidad o ente digno de alabanza y absoluta obediencia. Este es el testimonio de fe de un musulmán, el cual exige los siguientes requisitos:
El ser humano debe entregarse a Dios con fe sincera, declarando con su palabra, aceptando con su corazón y demostrando con sus acciones la verdad manifiesta que Dios nos ofrece en el Sagrado Corán: Sabe [¡Oh, Muhámmad!] que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Dios, e implora el perdón de tus faltas y la de los creyentes y las creyentes. Dios bien conoce lo que hacéis dentro y fuera de vuestros hogares (47:19)
Los seres humanos deben someterse a la voluntad de Dios mediante la obediencia a los mandamientos que han sido revelados para la salvación del hombre. Esto se basa en las instrucciones del siguiente versículo del Sagrado Corán: Un creyente o a una creyente no deben, cuando Dios y Su Mensajero hayan dictaminado un asunto, actuar en forma contraria; y sabed que quien desobedezca a Dios y a Su Mensajero se habrá desviado evidentemente (33:36)
El musulmán debe tener amor devocional por Dios y obedecer a su Profeta. ( s ) Este amor debería ser superior al amor a otros seres y a su amor propio en momentos de conflicto y contradicción. Dios, Alabado sea, nos dice lo siguiente en este versículo del Sagrado Corán: Diles [¡Oh, Muhámmad!]: Si vuestros padres, hijos, hermanos, esposas y familiares, los bienes que hayáis adquirido, los negocios que temáis perder y las propiedades que poseáis y os agraden, son más amados para vosotros que Dios, Su Mensajero y la lucha por Su causa, pues entonces esperad que os sobrevenga el castigo de Dios; y sabed que Dios no guía a los corruptos (9:24)
El musulmán debe creer en los Nombres y Atributos que Dios ha reclamado para sí mismo, o aquellos nombres con que se designó mediante la revelación a Su Último Profeta y Mensajero. ( s ) Nadie puede atribuirle a Dios ningún nombre o cualidad por especulación sin que Dios mismo o Su Profeta y Mensajero se la hayan atribuido. El Islam no comprende ni concede similitud alguna con los conceptos antropomórficos de Dios que predominanen Occidente, al creer en los Nombres y Atributos de Dios. Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: No hay nada ni nadie semejante a Dios, y Él es Omnioyente, Omnividente (42:11)
El hombre debe adorar sólo a Dios de la manera y forma legislada por Él mismo a través de sus Mensajeros y Profetas. No se debe inventar formas de adoración basadas en la especulación y luego asignarlas a la religión. Toda forma de adoración debe tener un asidero corroborable en las fuentes del Islam: el Sagrado Corán y los relatos del Último Profeta. Por ejemplo, practicar las oraciones obligatorias “Salah”. Uno de los frutos de ofrecer y mantener dicha oración es que ayuda a hacer el bien y detener todos los actos malignos. Dios dice en el Sagrado Corán: Recita lo que se te ha revelado del Corán y haz la oración, que ciertamente la oración preserva de cometer actos inmorales y reprobables. Y sabe que tener presente a Dios en el corazón durante la oración es lo importante, y Dios sabe lo que hacéis (29:45)
El pago de Zakat o caridad obligatoria para los desposeídos y necesitados significa la purificación moral de la propia riqueza y la eliminación progresiva de la miseria y la avaricia, a la vez que alivia los dolores y tribulaciones de los menos afortunados. Dios manifiesta en el Sagrado Corán: Aquel que da parte de su riqueza con el anhelo de purificarse, y que cuando hace una obra de bien, no la hace esperando la retribución de los hombres sino anhelando el rostro de su Señor el Altísimo (92:18-20)
Cumplir con el ayuno prescripto le permite al ser humano tener un mejor control y autodisciplina sobre las tentaciones y pasiones. El hombre se vuelve másconsciente del sentido de piedad y temor a Dios y de las necesidades de los pobres y menos afortunados. Dios manifiesta al respecto lo siguiente en el Sagrado Corán: ¡Oh, creyentes! Se os prescribió el ayuno al igual que a quienes os precedieron para que alcancéis la piedad (2:183)
La peregrinación a La Meca tiene muchas ventajas, tal como lo dice Dios en el Sagrado Corán: Para que atestigüen todas las gracias [de la peregrinación], y recuerden el nombre de Dios en los días consabidos al sacrificar las reses del ganado que Él les ha proveído. Comed, pues, de ellas, y dad de comer al indigente y al pobre (22:28)
Todos estos y otros actos de adoración obligatorios en el Islam tienen como resultado beneficiar al hombre. No existen grandes dificultades o imposibilidades para realizarlas cuando se desea hacerlo. Dios nos dice en el Sagrado Corán: Dios desea facilitaros las cosas y no dificultárosla (2:185)
El Mensajero de Dios ( s ) dijo lo siguiente apoyando este concepto: “Si les ordeno algo, háganlo tanto como puedan” (Sahih Al-Bujari, Hadiz n° 1337)también: ( d ) Dijo “La religión es sencilla…” (Registrado por Al-Bujari, Muslim y otros.)
En caso de enfermedad u otras dificultades, las adoraciones pueden eximirse por completo o llevarse a cabo con ciertas concesiones. Por ejemplo, para la oración diaria obligatoria es necesario estar de pie, pero si la persona no puede estar parada, puede hacerlo sentada, y si no puede sentarse, puede hacerlo recostada de lado o de espaldas, o de alguna otra manera adecuada a su situación. Si un creyente no puede mantener su oración en ninguna de las situaciones descriptas, puede hacerlo moviendo las manos e incluso los ojos. Es necesario realizar la ablución antes de ofrecer una oración, pero este requisito se puede obviar si la persona no puede encontrar agua o si su uso le puede causar algún daño.
En ese caso, realiza la ablución ritual con polvo limpio en vez de agua (Tayámmum) y ofrece su oración tal como lo haría si se hubiese lavado con agua. Una mujer que está en su período menstrual o con sangrado post- parto está exenta de realizar la oración hasta tanto se haya detenido por completo la hemorragia.
El musulmán o musulmana que no posee el monto mínimo requerido para pagar la caridad obligatoria no tiene que pagarla. Una persona anciana que no puede ayunar, o un enfermo que no puede ayunar son ejemplos de personas exentas de esta obligación.
En ese caso tienen que pagar una expiación si están en condiciones de hacerlo. La expiación consiste en dar de comer a una persona necesitada una comida por cada día no ayunado. De igual manera, el viajero puede romper su ayuno mientras viaja, puesto que viajar implica cansancio y fatiga. Una mujer que está menstruando o después de haber dado a luz no tiene tampoco la obligación de ayunar hasta tanto se le haya detenido la hemorragia, luego de lo cual recupera los días de ayuno perdido.
La peregrinación a La Meca no es obligatoria para la persona que no tiene capacidad física o financiera. Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Es una obligación para los hombres peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones para hacerlo. Y quien niegue lo que Dios ha prescripto, sepa que Dios prescinde de todas las criaturas (3:97)
Otro ejemplo de la mitigación de las dificultades en el Islam es cuando una persona se enfrenta a una carencia de alimentos lícitos y está al borde de la muerte: En ese casto está permitido que ingiera alimentos ilícitos como la carne mortecina, el cerdo o el vino.En ese caso puede comer lo suficiente para mantenerse con vida. Esta regla también se basa en las siguientes instrucciones del versículo del Sagrado Corán: Se os ha prohibido la carne del animal muerto por causa natural, la sangre, la carne de cerdo, la del animal que haya sido sacrificado invocando otro nombre que no sea el de Dios. Pero si alguien se ve forzado por hambre, sin intención de pecar ni excederse, no será un pecado para él. Ciertamente Dios es Absolvedor, Indulgente (2:173)
Los derechos del Profeta Muhámmad
Dios envió a todos Sus Mensajeros para que guiasen a la humanidad, y si el hombre cree en ellos y les obedece brindándoles todos sus derechos, Dios nos asegura el éxito en esta vida y el Más Allá como recompensa. Estos derechos se resumen en el siguiente testimonio junto con el testimonio ya expuesto: “No existe digno de alabanza excepto Dios y Muhámmad es el Siervo y Mensajero de Dios”. ( s ) Esta declaración exige lo siguiente:
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Creer en la universalidad del Mensaje del Profeta Muhámmad, que es para toda la humanidad. El Islam no está orientado a una categoría específica de personas, como fue el caso de los Profetas y Mensajeros ( s ) anteriores. Esto se deriva del siguiente versículo del Sagrado Corán: Di: ¡Oh, hombres! Ciertamente soy el Mensajero de Dios para todos vosotros. A Él pertenece el reino de los cielos y de la Tierra; no hay más divinidad queÉl, da la vida y la muerte; creed pues, en Dios y en Su Mensajero, el Profeta iletrado, quien cree en Dios y en todos los Libros revelados anteriormente, y seguidle, pues así os encaminaréis (7:158)
- Creer que Muhámmad, el Mensajero y Profeta ( s ) de Dios, ha sido protegido por Dios contra los posibles errores humanos en relación a su misión profética. Esto incluye creer que el Profeta nunca omitió ni añadió nada al Mensaje de Dios. Esto se detalla en el siguiente versículo del Sagrado Corán: Vuestro compañero [el Profeta Muhámmad] no se ha extraviado, ni está en un error. Ni habla de acuerdo a sus pasiones. Él sólo trasmite lo que le ha sido revelado (53:3)
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Creer que el Profeta ( s ) Muhámmad es el Último Profeta y Mensajero de Dios para la humanidad, y que no habrá ningún otro Profeta ( s ) ni Mensajero después de él. Dice Dios en el Sagrado Corán: Muhámmad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino el Mensajero de Dios y el sello de los Profetas; y Dios es Omnisciente (33:40)
El Mensajero de Dios ( s ) dijo: “…y no habrá un nuevo profeta después de mí”
(Registrado por Al-Bujari n° 4416, y Muslim n° 2404 y otros.) - Creer que las obligaciones religiosas y los mandamientos divinos que Dios envió a la humanidad son completos, y que el Profeta ( s ) ha transmitido el Mensaje de Dios en su totalidad, dándole el mejor consejo al ser humano y la mejor guía para hacer el bien y evitar el mal. Esto ha dicho Dios en el siguiente versículo del Sagrado Corán: Hoy los incrédulos han perdido las esperanzas de haceros renunciar a vuestra religión. No les temáis, sino temedme a Mí. Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia sobre vosotros y os he otorgado el Islam como religión (5:3)
Creer que el Islam complace a Dios, y que todos los actos prescriptos de adoración se basan y giran en torno a estas leyes divinas. Las obras humanas que se hagan sin tomarle en cuenta no serán aceptadas, Dios sabe mejor, a menos que estén en conformidad con las leyes divinas. Esto se basa en el siguiente versículo del Sagrado Corán: Quien siga una religión diferente al Islam [la entrega a Dios] no se le aceptará, y en la otra vida se contará entre los perdedores (3:85)
El Creyente debe cumplir con los mandamientos del Profeta ( s ) y debe luchar para evitar los actos de desobediencia tal como Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Los preceptos que os ha transmitido el Mensajero respetadlos, y absteneos de cuanto os haya prohibido. Y temed a Dios, pues Dios es severo en el castigo (59:7)
El musulmán debe mostrar aceptación y complacencia frente a todo veredicto emitido por el Profeta ( s ) pues Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Pero no, [juro] por tu Señor, que no serán creyentes a menos que te acepten como juez de sus disputas, y no se resistan a aceptar tu decisión y se sometan a ella completamente (4:65)
El musulmán debe seguir los relatos auténticos de la Tradición del Profeta ( s ) (Súnnah) tanto como pueda. Nadie, ningún shéij ni organización, tiene autoridad para modificar, añadir u omitir ninguna de las tradiciones del Mensajero de Dios (la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Di: Si verdaderamente amáis a Dios ¡Seguidme! Y Dios os amará y os perdonará los pecados. Dios es Absolvedor, Misericordioso (3:31)
El creyente debe respetar el estatus y la dignidad especial que Dios le otorgó a Su Profeta. Nadie debe adular ni degradar
su estatus. Dijo el Profeta (
s ):
“No me adulen como los cristianos adulan al hijo de María; pues no soy más que un servidor de Dios… por lo tanto deben decir
de mí: El siervo y Mensajero de Dios”
(Registrado por Al-Bujari.)
También dijo:
“¡Oh, pueblo! Digan lo que tengan que decir, y no se dejen seducir por Satán. Soy Muhámmad, el siervo y Mensajero de Dios.
No me gusta que eleven mi estatus por encima del que me ha asignado Dios”
(Registrado por An-Nisa’i y verificado como aceptable)
También ha sido reportado que dijo:
“No me halaguen más de lo que merezco. Dios me ha creado como servidor antes de llamarme Profeta y Mensajero”
(Tabarani)
El musulmán debe ofrecer los saludos adecuados al Profeta y Mensajero de Dios ( s ) cuando se menciona su nombre como forma de respeto, tal como instruye el siguiente versículo del Sagrado Corán: Ciertamente Dios y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pedid bendiciones y paz por él (33:56)
El musulmán debe dedicar todo esfuerzo y oportunidad posible a convocar con sabiduría y paciencia, a otros al Mensaje de
Muhámmad. (
y ) Debe esforzarse para informar a aquellos que desconocen o están desinformados y fortalecer
a los débiles de fe. Como dice Dios, el Más Sabio, en el Sagrado Corán:
Convoca al sendero de tu Señor con sabiduría y bellas palabras. Arguméntales de la mejor manera. Tu Señor sabe bien quién
se extravía de Su camino y quién sigue la guía
(16:125)
Esto también se basa en las palabras del Mensajero y Profeta (
s ) de Dios, que dicen:
“Propaguen, en mi nombre, al menos una palabra o un versículo Coránico”
(Al-Bujari, Hadiz n° 3461 y Tirmidhi, Hadiz n° 2669.)
- Derechos para con los demás Profetas y Mensajeros
- Derechos de los Padres
- Derechos de la esposa
- Derechos del esposo
- Derechos de los Hijos
- Derechos de los parientes