El Islam y las necesidades básicas esenciales


  • Protección del derecho a la religión
  • Protección de la integridad del ser
  • Preservar la salud mental:
  • Preservación de honor, familia y linaje
  • Preservación de la riqueza
  • Protección del derecho a la religión

    El Islam respeta la libertad y el derecho de todos los individuos a escoger su religión, en la fe de que el Islam es la perfecta y completa Revelación Divina de Dios para la humanidad, y su futuro de prosperidad y salvación. Todos los profetas previos, como Noé, Abraham, Moisés y Jesús, fueron enviados a sus respectivos pueblos con el mismo mensaje general de la religión musulmana, adorar sólo a Dios y rechazar la idolatría, a demás de un código legal específico adecuado para cada uno de sus pueblos. Dios, Alabado sea, dice: Y por cierto que a todos los Mensajeros que envié antes de ti [¡Oh, Muhámmad!,] les revelé que no existe más divinidad que Yo, y les ordené: ¡Adoradme sólo a Mí! (21:25)

    Muhámmad ( y ) es el último Profeta y Mensajero de Dios con la versión completa y final del Islam y la ley revelada para la humanidad antes de la llegada del Día de la Resurrección. Fue enviado a toda la humanidad con el código legal islámico legislado por Dios, el más Sabio y Omnisciente.
    Dios, Alabado sea, dice en el Corán: Muhámmad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino el Mensajero de Dios y el sello de los Profetas. Y sólo Dios es Omnisciente (33:40)
    Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia sobre vosotros y he dispuesto que el Islam sea vuestra religión. (5:3)
    Ciertamente para Dios la religión es el Islam [la entrega a Él] (3:19)
    Quien siga una religión diferente al Islam [la entrega a la Voluntad de Dios] no se le aceptará, y en la otra vida se contará entre los perdedores (7 Registrado por Al-Bujari n° 3341 y Tirmithi, n° 2862.)

    • El Mensajero de Dios ( s ) explicó su similitud con respecto a los anteriores Profetas de Dios diciendo: “Mi ejemplo y el ejemplo de los Profetas que me precedieron es como el de una persona que construyó una hermosa casa. La casa era perfecta y magnífica excepto por un sitio (en un rincón) donde faltaba solamente un ladrillo. La gente veía la casa y al admiraba, pero se preguntaban por qué el propietario no completó ese rincón con el ladrillo faltante. Y yo soy ese ladrillo. Soy el último Profeta para la humanidad sobre la tierra” (7 Registrado por Al-Bujari n° 3341 y Tirmithi, n° 2862.)
      Toda la humanidad está de acuerdo en el principio general de que la verdad, la justicia y la bondad deben defenderse frente al ataque de quienes promuevan la falsedad, la tiranía y la injusticia. Los musulmanes se toman muy en serio esta obligación, y se esfuerzan por promover la verdad, la justicia y la bondad a través de todos los medios lícitos posibles. Para los modernos estados seculares, la religión es considerada puramente un asunto privado. Según ellos la vida pública debe ser controlada legal o ilegalmente por instituciones seculares y nunca por la religión o la ley religiosa. Debemos recordar que el desarrollo del secularismo en sí fue una reacción a las extravagancias y ambiciones desmedidas de las Iglesias Cristianas y los diversos Monarcas y Reyes de Europa.
      Esto introduce el delicado tema del “Jihad” (lit. en árabe: lucha, esfuerzo), la cual es una palabra muy vapuleada y mal utilizada. El siguiente versículo del Sagrado Corán, leído en su contexto, brinda una regla general sobre el Jihad: Y combatid por la causa de Dios a quienes os combatan, pero no seáis agresores; porque ciertamente Dios no ama a los agresores (2:190)

    Un resumen sobre el Jihad es que combatir está permitido para los musulmanes en caso de legítima defensa contra una agresión, explotación y exterminio, pero aún en esos casos, todos los abusos y transgresiones a la ley están prohibidas. La raíz árabe de la palabra Jihad significa emprender no sólo la lucha contra los opresores y tiranos sino también la lucha en general para promover el bien y combatir el mal, como la lucha contra uno mismo o autodisciplina. El Jihad es un concepto abstracto y sublime de nuestra actividad en el mundo, pues a través del Jihad personal y colectivo se logran evitar las injusticias y la corrupción, proteger la verdad, la equidad y la bondad, y da a los musulmanes el coraje moral para defenderse de quienes quieren dañarlos o quienes quieren abusar del indefenso. Es obligación para todos los musulmanes creer y practicar el Jihad en alguna medida: Mayores obligaciones para los que tienen mayores aptitudes, y aún los pobres y desahuciados dan su apoyo moral y sus súplicas para la victoria.
    El Jihad fue practicado también por las religiones anteriores. Dado que la injusticia aparece en todo el mundo a lo largo de la historia humana, el Jihad se estableció y definió para detener la tiranía y a los dictadores criminales y sus políticas. El Jihad fue legislado para eliminar las injusticias y orientar al hombre a la piedad, justicia y convivencia del Islam como una manera de vida, para bienestar del hombre sobre la tierra en general, y no para el interés de grupos específicos de árabes u otros grupos nacionales de musulmanes, pues el Islam es un ideal universal y no tiene fronteras geográficas ni étnicas. Como dice la tradición, estas son las palabras del Mensajero de Dios ( s ):
    “Ayuda a tu hermano, ya sea opresor u oprimido”. Un hombre preguntó: “¡Mensajero de Dios! Lo ayudo cuando está oprimido, ¿pero cómo puedo ayudarlo si es un opresor?”. El Profeta ( s ) respondió: “Puedes hacer que se abstenga de oprimir. Esa será tu forma de ayudarlo” (Registrado por Al-Bujari y Muslim)

    El mensaje del Islam es universal para toda la humanidad, con un código simple de creencias, moral y ética para todo aspecto de la vida. El Jihad no está prescripto por Dios para obligar a las personas a sumarse al Islam contra su voluntad, sino como una herramienta y mecanismo para mantener la paz. Promueve una difusión pacífica del mensaje monoteísta, con justicia y equidad para el mundo entero y su protección. Luego de que las personas reciban el mensaje, es su decisión aceptar el Islam o no, pero la humanidad tiene el derecho de escucharlo y conocerlo. Otro propósito esencial del Jihad es proteger a aquellos que han aceptado el mensaje del Islam, pero son perseguidos y discriminados. Dios nos dice en el Sagrado Corán: No está permitido forzar a nadie a creer. La guía se ha diferenciado del desvío. Quien se aparte de Satanás y crea en Dios, se habrá aferrado al asidero más firme [el Islam], que nunca se romperá. Y Dios es Omnioyente, Omnisciente (2:256)

    El principio que une las relaciones internas entre los gobiernos y las personas se basa en la justicia y la paz, pues no puede haber paz verdadera sin justicia. El Jihad no es una “Guerra Santa”, como se describe en los medios de comunicación, sino una lucha y una resistencia honorable en general contra todo lo perjudicial, pero en particular contra los opresores y tiranos. Una guerra a menudo comienza como un impulso personal o por intereses nacionales por tierras, recursos, u otras razones políticas o económicas. El Islam prohíbe y reprueba esta clase de guerra, y sólo permite el Jihad en estas tres situaciones:


    • Defensa de la vida, la propiedad y las fronteras nacionales, sin trasgresión territorial.
      Dice Dios en el Sagrado Corán: Y combatid por la causa de Dios a quienes os combatan, pero no seáis agresores; porque ciertamente Dios no ama a los agresores (2:190)
    • Eliminar la opresión y liberar los derechos de los oprimidos.
      La obligación de rechazar la opresión y la tiranía se menciona en el Sagrado Corán: ¿Por qué no combatís por la causa de Dios, cuando hay hombres, mujeres y niños oprimidos que dicen: ¡Señor nuestro! Sálvanos de los habitantes opresores que hay en esta ciudad. Envíanos quien nos proteja y socorra? (4:75) El Profeta de Dios ( s ) dijo: “La mejor clase de Jihad es decir la verdad ante un gobernante tirano e injusto”. (Registrado por Tirmidhi, Ahmad y otros, y verificado como auténtico.)
    • Defensa de la fe y la religión.
      Dios, Alabado sea, dice lo siguiente en el Sagrado Corán: Y combatidlos hasta que cese la sedición y sea la religión de Dios la que prevalezca; y si desisten, pues Dios bien ve lo que hacen (8:39)
      Un “Mujahid” (musulmán que lucha por la causa de Dios) debe purificar su intención para complacer solamente a Dios. Entiende claramente que el Jihad sólo se lleva a cabo por razones justas superiores a sus propios deseos e intereses. Si los enemigos del Islam que luchan contra los musulmanes cesan su ataque y aceptan los términos de una paz justa, entonces los musulmanes tienen el deber moral y religioso de cesar las hostilidades.
      Dios nos dice: Y si [los incrédulos] se inclinan por la paz, acéptala tú también y encomiéndate a Dios; ciertamente Él es Omnioyente, Omnisciente (8:61)
      Y si se retiran y no os combaten y os proponen la paz, entonces Dios no os concede autoridad para agredirlos (4:90)

    El Islam permite combatir sólo por las razones detalladas anteriormente y ha determinado reglas de conducta estrictas para la guerra. Todas las otras razones para una guerra están totalmente prohibidas en el Islam, por ejemplo, para expandir el territorio, intereses coloniales, dominación, etc. El Islam no permite que sus soldados combatan indiscriminadamente ni exige a la población civil la lucha armada, pero reconoce el derecho de esa población a colaborar y organizar su propia defensa. El Islam no permite, acepta ni apoya matar ancianos, niños,mujeres, personas en tratamiento médico, personal médico, y monjes que se hayan recluido para adorar a Dios. El Islam prohíbe mutilar los cuerpos de los enemigos fallecidos. El Islam también prohíbe matar el ganado o cualquier tipo de animal del enemigo, destruir las casas y contaminar las aguas potables, ríos, lagos, manantiales y pozos de agua de los enemigos. Estos conceptos se basan en muchos versículos del Sagrado Corán, entre ellos el siguiente: Y trata de ganarte el Paraíso con lo que Dios te ha concedido, y no te olvides que también puedes disfrutar de lo que Dios ha hecho lícito en esta vida. Sé generoso como Dios lo es contigo, y no corrompas la Tierra; ciertamente Dios no ama a los corruptores (28:77)]
    También se basa en muchos dichos del Mensajero de Dios ( s ) ,por ejemplo: “Combate por la causa de Dios y en Su Nombre pero no rompas tus acuerdos ni treguas, no mutiles ni mates inocentes (civiles)…”10 y dijo también: “…y jamás mates a una mujer…” (Registrado por Abu Daud e Ibn Mayah y verificado como auténtico)
    Esto también va en concordancia con las indicaciones y la recomendación del primer Califa, Abu Bakr a sus líderes militares al aconsejarles antes del enfrentamiento. Les dijo: “Escuchen y obedezcan los siguientes diez mandamientos e instrucciones: No traicionen a nadie (si hacen un juramento). No roben botines de guerra. No rompan su juramento de lealtad. No mutilen el cuerpo de los enemigos. No maten a niños ni menores. No maten a los ancianos. No maten a mujeres. No arranquen una palmera datilera (ni ningún otro árbol) ni tampoco lo quemen. No corten ni destruyan un árbol frutal. No maten una oveja, vaca o camella a menos que lo necesiten para alimento. Seguramente pasarán junto a personas que se recluyen para adorar a Dios, como son los monjes, en ese caso, déjenlos tranquilos y no los molesten siquiera. Seguramente, se detendrán con algunas personas en el camino que les traerán todo tipo de alimentos. Cuando coman su comida, mencionen el nombre de Dios cada vez que coman. Adelante, en el nombre de Dios”.
    Los prisioneros de guerra no han de ser torturados, humillados ni mutilados. No deben ser encerrados en celdas pequeñas sin comida ni agua suficientes hasta su muerte. Dice el Sagrado Corán: Y, a pesar del amor que tenían por los bienes, alimentaron al pobre, al huérfano y al cautivo. Y dijeron: Os damos de comer sólo porque anhelamos el rostro de Dios. No queremos de vosotros retribución alguna ni agradecimiento (76:8)
    El gobierno islámico tiene el derecho de liberar a ese prisionero de guerra sin rescate alguno, acordando un rescate, o intercambiarlo por prisioneros de guerra musulmanes. Esto se basa en el versículo del Sagrado Corán que dice: Cuando os enfrentéis a los incrédulos, matadles hasta que les sometáis, y entonces apresadles. Luego, si queréis, liberadles o pedid su rescate. Esto es para que cese la guerra, y que si Dios hubiese querido, os habría concedido el triunfo sobre ellos sin enfrentamientos, pero quiso poneros a prueba con la guerra; y a quien caiga en la batalla por la causa de Dios, Él no dejará de recompensar ninguna de sus obras (47:4)

    Los pueblos conquistados que incluyen a los residentes no musulmanes de un estado islámico y sus familias, posesiones y propiedades inmuebles gozan de la protección de la ley islámica contra toda violación de sus derechos. Nadie tiene derecho a capturar las posesiones o riquezas de residentes no musulmanes, o humillarlos o mancillar su honor. Nadie tiene derecho de atacarlos injustamente. Las creencias y prácticas religiosas de los residentes no musulmanes de un estado islámico son respetadas al límite legal. Por ejemplo, dice Dios en el Sagrado Corán: Aquellos que, si los afianzamos en la Tierra, practican la oración prescripta, pagan el Zakat, ordenan el bien y prohíben el mal. Y a Dios vuelven todos los asuntos (22:41)
    Los residentes no musulmanes de un estado islámico deben pagar un impuesto mínimo llamado “Yiziah”, el cual es un tipo de impuesto específico como aporte social. Por ejemplo, en los primeros estados islámicos, mientras los musulmanes ricos pagaban un 40% de su riqueza acumulada, los residentes no musulmanes pagaban Yizyah en tres categorías: Los ricos pagaban una suma equivalente a 48 Dirhams12 al año; la clase media, como los comerciantes, mercaderes y granjeros, pagaban una suma equivalente a 24 Dirhams al año; y la clase trabajadora, como los panaderos, carpinteros, plomeros y similares, pagaban una suma equivalente a 12 Dirhams al año. El Yiziah se recauda en retorno por la protección de los residentes no musulmanes de un estado musulmán y como aporte social. El líder y comandante musulmán, el General Jalid bin al-Walid, tomó una vez el juramento de lealtad de los residentes no musulmanes del estado islámico de ese entonces y dijo: ‘Ofrezco mi juramento de lealtad para protegerlos plenamente a partir del impuesto que de ustedes se recauda. Si les ofrecemos la protección necesaria, debemos recaudar el impuesto. De lo contrario, no es necesario que lo paguen’. Entonces, cuando las fuerzas musulmanas tuvieron que vaciar el área para la batalla, devolvieron el Yiziah que habían recaudado pues no pudieron ofrecer la seguridad estipulada. (Este es el famoso incidente de la historia islámica: Ver por ejemplo Baladthuri, Futuh al-Buldan, en la conquista de Sham (Gran Siria)
    El Yiziah no se aplica a todos los residentes no musulmanes de un estado islámico, sino que sólo se recauda de aquellos que ganan dinero. Son muchas las personas exentas de pagar este impuesto, entre ellas los pobres, menores, mujeres, monjes, ciegos y personas discapacitadas. El Islam establece la obligatoriedad por parte del gobierno islámico de brindar protección total a estas categorías de personas y ofrecerles asignaciones adecuadas para vivir. De hecho, el juramento de lealtad del General Jalid bin al-Walid a los residentes no musulmanes del pueblo llamado ‘Hirah’ en Iraq, bajo gobierno islámico, decía lo siguiente: ‘Toda persona anciana, trabajador discapacitado, enfermo terminal o persona rica que cayó en bancarrota, merecen caridad por parte de los hermanos en la religión, y no están obligadas a pagar el Zakat. Además, todas esas categorías tienen derecho a asignaciones por parte del Tesoro Islámico para sí mismas y sus familiares directos a cargo’ (Abu Yusuf, al-Jaray, p.144)
    Otro ejemplo es cuando el segundo Califa, Omar bin al- Jattab, pasó junto a un anciano judío que estaba mendigando. Omar preguntó sobre él y le dijeron que era un residente no musulmán del estado islámico. Omar dijo inmediatamente: ‘¡No hemos sido justos contigo!’. Omar llevó al anciano judío a su casa y le ofreció toda la comida y vestimenta que encontró. Más tarde, Omar les dio instrucciones a los del Tesoro diciendo:
    ‘Sigan, monitoreen y observen las situaciones de personas similares. Ofrézcanles asistencia del Tesoro Islámico que sea suficiente para ellos y sus familiares’. Dice Dios en el Sagrado Corán: Ciertamente que el Zakat es para los pobres, los menesterosos, los que trabajan en su recaudación y distribución, aquellos que [por haber mostrado cierta inclinación por el Islam o haberlo aceptado recientemente] se desea ganar sus corazones, la liberación de los cautivos, los endeudados, la causa de Dios, y el viajero insolvente. Esto es un deber prescripto por Dios, y Dios es Omnisciente, Sabio (9:60 Ibid,)
  • Seguridad y Protección Físicas

    La vida humana es sagrada y un regalo de Dios, el Creador. Para la protección de la vida humana, el Islam admite penas capitales y corporales para quienes atenten injustificadamente contra ella. El asesinato se clasifica en tres tipos: Intencional y/o premeditado, impremeditado y accidental. El Islam ordena ejecutar a quienes cometen el asesinato intencional y premeditado de una persona inocente, buscando así disuadir en la medida de lo posible y erradicar la tentación del asesinato intencional. El asesinato impremeditado y aquellos cometidos por error son categorías separadas con sentencias menores y se paga una compensación a los familiares cercanos de la persona asesinada. La familia o los herederos de la víctima reciben una compensación por la vida de la víctima a menos queesta escoja perdonar al victimario. El asesino debe ofrecer expiación a Dios mediante la liberación de un esclavo creyente, y si esto no es posible, debe ayunar dos meses consecutivos. Todas estas penalidades se imponen para conservar la convivencia. Nadie tiene derecho a poner en riesgo la vida de las personas ni tampoco sus pertenencias o bienes sin razón. Todos los individuos que opriman o abusen de otros deben ser advertidos y deben ser punidos con castigos. Si la represalia no es proporcional al crimen en sí, los criminales no se verán desanimados a continuar con su actitud. Todos los otros castigos físicos tienen el mismo principio, en el cual el castigo corresponde al crimen cometido con medidas específicas de retribución predeterminadas para resarcir a las víctimas e intentar detener toda violencia y confusión. Los castigos capitales y corporales tienen el objeto de preservar la convivencia y la paz de la sociedad islámica. Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: La ley del talión es una medida para preservar vuestras vidas y amedrentar a los homicidas ¡Reflexionad, vosotros, que habéis sido dotados de intelecto! (2:179)

    El castigo del Más Allá para el asesino intencional que no se arrepiente será la ira de Dios. Dios, Alabado sea, dice en el Sagrado Corán: Quien matare a un creyente intencionadamente será castigado con el Infierno eterno. Incurrirá en la ira de Dios, lo maldecirá y le tendrá reservado un castigo terrible (4:93)

    El Islam ha impuesto obligaciones específicas a los integrantes de la sociedad con el fin de respetar la vida de las personas. Las siguientes son algunas de estas obligaciones:


    • El cuerpo es una entidad inviolable que se le ha confiado al ser humano durante un tiempo. No está permitido que nadie se torture ni provoque daño a sí mismo, ni que intente suicidarse, ni acto alguno que pueda llevar a la autodestrucción de manera evidente. La vida sólo se puede ofrecer por una causa noble o por la causa de Dios. Dice en el Sagrado Corán: ¡Oh, creyentes! No os apropiéis los bienes injustamente. Pero sí comerciad de común acuerdo. No os matéis unos a otros. Dios es Misericordioso con vosotros (4:29)
    • El hombre debe mantener un cuidado nutricional adecuado para satisfacer los requerimientos esenciales de una buena salud. Es reprobable que se prive de alimentos y bebidas, vestimenta, matrimonio y cuidado apropiado bajo ninguna excusa, si eso le provoca algún daño. Dios, Alabado sea, nos dice en el Sagrado Corán: Diles [¡Oh, Muhámmad!]: ¿Quién os ha prohibido engalanaros y beneficiaros con todo lo bueno con que Dios os ha proveído? Esto es para que los creyentes y también los incrédulos disfruten [de todo lo bueno] en esta vida, pero sólo será para los creyentes en la otra vida. Así es como aclaramos nuestros preceptos para quienes los comprenden (7:32)
      Dios, Alabado sea, reprendió al Profeta ( s ) por prohibirse comer miel y así complacer a una de sus esposas, lo cual se convirtió en una eterna lección para todos los musulmanes. Dios nos dice en el Sagrado Corán: ¡Oh, Profeta! ¿Por qué prohíbes lo que Dios ha hecho lícito, pretendiendo con ello complacer a tus esposas? Y [sabe que a pesar de ello] Dios es Absolvedor, Misericordioso. (66:1)
      La moderación es el equilibrio entre la avaricia y la prodigalidad. El hombre puede disfrutar con moderación de todo lo lícito que le ofrece Dios en la tierra dentro de los límites de la moderación que aconsejan las leyes islámicas, sin derrochar. Dios, Alabado sea, nos dice en el Sagrado Corán: ¡Oh, hijos de Adán! Cubríos [para rezar] y engalanaos cuando acudáis a las mezquitas. Y comed y bebed con mesura, porque Dios no ama a los que se exceden (7:31)
      El Islam prohíbe al creyente que sea negligente con sus necesidades físicas y que se lastime auto-torturándose. Dios, Alabado sea, nos dice en el Sagrado Corán: Dios no exige a nadie por encima de sus posibilidades. Según hayan sido sus obras, éstas resultarán en su favor o en su contra (2:286)

      Ha sido narrado que Anas bin Malik dijo que tres hombres se acercaron a la casa de la esposa del Profeta ( s ) para indagar sobre la práctica de adoración del Profeta ( s ) Cuando se les informó, consideraron que su propia adoración era insignificante y dijeron:
      “Dónde estamos en comparación con el Profeta, ( s ) porque Dios ha perdonado sus pecados pasados y futuros”

      Uno de ellos dijo:
      “En lo que a mí respecta, rezaré toda la noche”

      Otro dijo:
      “Ayunaré todos los días”. El tercero dijo: “Me abstendré de las mujeres y nunca me casaré”.

      El Profeta s enterado de esto se acercó a ellos y les dijo: “¿Son ustedes los que han dicho tal cosa? Por Dios, soy más temeroso de Dios que ustedes, y soy más obediente y respetuoso con Él que ustedes, pero aún así ayuno y lo rompo; rezo pero también duermo durante la noche y contraigo matrimonio. Quien se aleje de mi ejemplo no es de los nuestros”. (Registrado por Al-Bujari y Muslim según lo mencionado en al-Lulu wal- Marjan n° 884.)

      Paz y seguridad:

    • El derecho a la seguridad y protección que tiene una persona y toda su familia es uno de los derechos más básicos. Ningún ciudadano de la sociedad musulmana debe ser atemorizado ni amenazado con palabras, acciones ni armas de ningún tipo. La tradición del Mensajero de Dios ( s ) manifiesta lo siguiente: “No está permitido que un musulmán atemorice a otro musulmán” (Registrado por Abu Da’ud n° 5004, el Imán Ahmad y otros, y verificado como correcto)
    • La seguridad jurídica y la estabilidad de una sociedad les permiten a los individuos tener la libertad de movilidad y desplazamiento para trabajar y ganarse la vida honestamente. El Mensajero de Dios ( s ) declaró lo siguiente en su discurso de despedida: ‘Ciertamente, su vida, su honor y sus posesiones son sagradas. Es ilícito atentar contra ello tanto como tiene de sagrado este día (el Día de ‘Arafah durante el Hayy), este Mes Sagrado (el mes de la peregrinación “Dhul- Hiyyah”), y esta Ciudad Santa (la ciudad de La Meca)’ (Registrado por Al-Bujari, n° 6043)

    Sustento y alimentos sanos para todos:

    • El sustento saludable debe estar asegurado para todas las personas que habitan una sociedad islámica mediante la provisión de oportunidades de trabajo decentes y adecuadas a la capacidad laboral de los individuos. La disponibilidad de oportunidades adecuadas de trabajo y comercio es esencial para que la gente satisfaga sus necesidades básicas. Quienes no pueden trabajar debido a su edad avanzada, discapacidades, enfermedades crónicas o la falta de alguien que se gane el pan en la familia tienen derecho a asistencia pública por parte del gobierno islámico. El Zakat, (contribución social obligatoria) otorgada por los miembros más ricos de la sociedad, debe ponerse a disposición de los más necesitados que no pueden obtener un ingreso decente por alguna razón legítima. El Zakat es una caridad obligatoria que entregan los ricos y pudientes y se reparte a los pobres y miembros necesitados de la sociedad. Esto se basa en las palabras del Mensajero de Dios ( s ) cuando le dio un consejo a su compañero Mua’ad bin Yabal cuando lo envió en una misión para propagar el Islam en Yemen diciendo: “…Dile al pueblo de Yemen…que Dios ha prescripto que un cierto porcentaje de su riqueza sea tomado de los ricos como Zakat (caridad obligatoria) y entregado a los pobres y necesitados” (Registrado por Muslim n° 29)
    • WOtras donaciones, regalos, compromisos financieros y demás que se realicen voluntariamente tienen como finalidad una buena causa para complacer a Dios, y satisfacer las necesidades de los miembros pobres y necesitados de la sociedad. Esto también se basa en distintos textos, entre ellos el relato del Mensajero de Dios ( s ) , que dice: “No es creyente quien satisface su hambre mientras su vecino está hambriento” (Registrado por Al-Bujari en Adab al-Mufrad n° 112, verificado como auténtico.)
      Los pobres y necesitados tienen derecho a una porción justa del Tesoro Islámico. Esto se basa en las palabras del Mensajero de Dios y,que dice: “Todo aquel que deje un legado (riqueza y bienes), el mismo será para sus herederos. En cuanto a la persona que fallece dejando pobres y necesitados a los miembros de su familia, Dios y Su Mensajero se ocuparán de ellos” (Registrado por Al-Bujari n° 2268 y 2269)

    Instalaciones sanitarias adecuadas y apropiadas:

    • El Islam prohíbe toda actividad que pueda provocar un efecto perjudicial a la salud pública. El Islam prohíbe todo tipo vicio o consumo de drogas y embriagantes. El Islam prohíbe comer sangre, carroña, animales impuros, carnes malsanas como el cerdo y todos sus derivados. El Islam prohíbe todos los actos inmorales como la promiscuidad, el adulterio y la homosexualidad. El Islam impone la cuarentena en tiempos de epidemias tanto para la gente que entra como para la que sale del territorio, para así evitar que se extiendan enfermedades en la comunidad. El Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Si se enteran de una epidemia en un país, no vayan allí, y si están en un sitio donde hay una enfermedad epidémica, no abandonen el lugar” (Registrado por Ahmad n° 15435)
      También dijo: “La persona enferma no debe ser llevada a visitar a quien se está recuperando” (Registrado por Al-Bujari, n° 5437 y Muslim n° 104)
  • Preservar la salud mental:


    La inteligencia es la base de todas las acciones y explicaciones significativas y responsables que el Islam prescribe. El Islam prohíbe los embriagantes que mellan la actividad de la mente y degradan el normal desempeño del hombre. La palabra para definir al alcohol y los embriagantes en árabe es “Jamr”, que significa aquello que “cubre” el cerebro. La propagación del consumo de alcohol y otras drogas tiene resultados desastrosos en la sociedad. El castigo establecido en la ley islámica para el musulmán que se embriaga en público son los azotes, pero esta pena no se aplica a los no musulmanes, que tienen derecho a su propia legislación al respecto siempre y cuando no perjudiquen a la sociedad en su conjunto.
    Dios manifiesta en el Sagrado Corán: ¡Oh, creyentes! El vino, los juegos de azar, los ídolos, y consultar la suerte, son una obra inmunda de Satanás. Absteneos de ello y así tendréis éxito en esta vida y en la otra. Satanás sólo pretende sembrar entre vosotros la enemistad y el odio valiéndose del vino y de los juegos de azar, y apartaros del recuerdo de Dios y de la oración. ¿Acaso no vais a absteneros? (5:90-91)

    El Islam prohíbe la fabricación y venta de cualquier bebida alcohólica y embriagantes. Incluso procura desalentar la promoción de dichas bebidas en la sociedad, aún si la persona que la promociona o vende no las bebe. Esta prohibición se basa en el relato del Mensajero de Dios ( s ) que dice: “La maldición de Dios recae en diez personas relacionadas al embriagante. El que lo siembra, el que lo exprime, el que lo vende, el que lo compra, el que lo transporta, aquel a quien se lo transporta, el que utiliza el dinero obtenido, el que lo bebe y el que lo sirve” (Registrado por Abu Da’ud, At-Tirmidhi, an-Nisa’e, Ibn Mayah n° 3423 y al-Hakim, y verificado por Albani y al-Arna’ut.)

    Educación básica para todos

    • GDios, Alabado sea, manifiesta en el Sagrado Corán: ¿Acaso son iguales quienes saben y quienes no saben? Y por cierto que sólo reflexionan los dotados de intelecto (39:9)
      Y también dice: ¡Oh, creyentes! Cuando se os dice: Haced un lugar [para vuestros hermanos] en las reuniones [con el Profeta], hacedlo, para que Dios os haga también un lugar [en el Paraíso]. Y si se os dice: ¡Levantaos! Obedeced. Y sabed que Dios elevará en grados a los creyentes y a quienes agracie con el conocimiento, y que Dios está bien informado de cuánto hacéis (58:11)
      La educación en la sociedad islámica es un derecho para todos los individuos y una obligación moral que se le exige a toda persona capaz. Todos los individuos capaces y aptos de una sociedad islámica deben educarse sobre la base de su religión y también en los asuntos mundanos necesarios. El gobierno tiene la obligación de proveer todos los medios y promover una educación eficiente. El Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Buscar el conocimiento es una obligación de todo creyente” (Registrado por Ibn Mayah n° 337)
      También dijo: ( d ) “Quien viaje para buscar el conocimiento será considerado como una persona que lucha en El Jihad por la causa de Dios hasta que regrese (a su hogar)” (Registrado por Tirmidhi, n° 2785.)
      AOtro relato sobre este significado son estas palabras del Mensajero de Dios ( s ): “Todo aquel tome un camino en búsqueda del conocimiento, Dios lo guiará por el camino que conduce a los Jardines del Edén” (Registrado por Abu Da’ud 3:317 y Tirmidhi, n° 2785)
      No es lícito que un estudioso se reserve un conocimiento útil, tal como dijo el Mensajero de Dios ( s ) : ‘Todo aquel que se abstenga de comunicar el conocimiento se le colocará un bozal de fuego el Día del Juicio’ (Registrado por Darimi, n° 3658)

  • Conservación del Honor y la Familia


    La unidad familiar es la base de una sociedad saludable y sólo puede mantenerse mediante la preservación del matrimonio. Para la conservación de relaciones puras entre los hombres, mujeres y niños de la sociedad, el Islam prohíbe el adulterio, la promiscuidad y la homosexualidad. El Islam coincide en esta prohibición con otras religiones reveladas anteriores, pero va un paso más allá inhibiendo diversas conductas que pueden llevar a cometer este pecado, como la vestimenta impúdica y la exposición de la intimidad en lugares públicos. Estos modales y precauciones reducen las tentaciones que atentan contra la dignidad ajena. Dios manifiesta en el Sagrado Corán: Apartaos de todo lo que os lleve a la fornicación, pues esto es una inmoralidad y conduce al mal (17:32)
    Diles: Venid que os informaré lo que vuestro Señor os ha prohibido: No debéis asociarle nada y seréis benevolentes con vuestros padres, no mataréis a vuestros hijos por temor a la pobreza, Nosotros Nos encargamos de vuestro sustento y el de ellos, no debéis acercaros al pecado, tanto en público como en privado, y no mataréis a nadie que Dios prohibió matar, salvo que sea con justo derecho. Esto es lo que os ha ordenado para que razonéis (6:151)

    AAbdullah ibn Mas’ud relata que dijo: Oh Mensajero de Dios, ¿qué pecado es el más grave ante Dios? Le respondió: “Que iguales a otros con Dios siendo que sólo Él te ha creado”. Luego le pregunté: “¿Y qué después? Me respondió: “Matar a tu hijo por temor a la indigencia”. “¿Y qué después? Me dijo: “Fornicar o cometer adulterio con la esposa de tu vecino”. Luego el Mensajero de Dios ( s ) recitó los siguientes versículos del Corán (reafirmando lo que acababa de decir): Aquellos que no invocan a nada ni a nadie junto con Dios, no matan a nadie que Dios haya prohibido matar salvo con justo derecho, y no cometen fornicación ni adulterio. Quienes cometan esto recibirán un terrible castigo. El Día de la Resurrección se les atormentará incesantemente, y permanecerán en el castigo despreciados, salvo quienes se arrepientan, crean, y obren correctamente. A éstos, Dios les perdonará sus pecados y en su lugar les registrará buenas obras; y Dios es Absolvedor, Misericordioso. (25:68-70 Registrado por Al-Bujari y Muslim)

    TLas burlas, palabras y acciones denigrantes que violen el honor, la dignidad y el respeto de otros en la comunidad están prohibidas, tal como manifiesta Dios en el Sagrado Corán: ¡Oh, creyentes! No os burléis de vuestros hermanos, pues es posible que sean mejores que vosotros. Que las mujeres no se burlen de otras mujeres, pues es posible que sean mejores queellas. No os difaméis ni os pongáis apodos ofensivos. ¡Qué malo es comportarse como un corrupto [difamando y poniendo apodos ofensivos] luego de haber sido agraciado con la fe! Y sabed que quienes no se arrepientan [de sus pecados] serán inicuos. ¡Oh, creyentes! Evitad sospechar demasiado [de la actitud de los demás], pues ciertamente algunas sospechas son un pecado; y no os espiéis, ni habléis mal del ausente, pues ello es tan repulsivo como comer la carne de un hermano muerto ¿Acaso alguno de vosotros desearía hacerlo? Por supuesto que os repugnaría. Y temed a Dios; ciertamente Dios es Indulgente, Misericordioso (49:11-12)


    En otro versículo del Sagrado Corán dice: Quien cometa una falta o un delito y acuse de ello a un inocente, cargará con su calumnia y un pecado evidente (4:112)

    El Islam salvaguarda la santidad de la reproducción para la conservación de la humanidad sobre la tierra. Los seres humanos fueron favorecidos con la tutela del mundo y la representación de la sabiduría divina para servir como representante de Dios sobre la tierra. Destruir el medio para la reproducción o alterarlo de cualquier manera sin razón legítima es una práctica ilícita según el Islam. Dios sentencia lo siguiente en el Sagrado Corán: Pero cuando se alejan [de ti ¡Oh, Muhammad!] transitan por la Tierra corrompiéndola, destruyendo las siembras y matando los ganados, y Dios no ama la corrupción (2:205)

    El Islam considera al aborto intencional sin justificativo un crimen que merece castigo para todos los que participan del mismo. El aborto no intencional, si es provocado accidentalmente por un tercero, puede requerir una indemnización por el niño perdido y el ayuno durante dos meses consecutivos en señal de arrepentimiento a Dios.

    Muchos hadices fueron reportados respecto a la necesidad conservar la vida y aumentar la tasa de reproducción en la medida de lo posible. El Mensajero de Dios ( s ) dijo: “Cásense con mujeres amorosas, bondadosas y fértiles, pues ciertamente me enorgulleceré de mi nación el Día del Juicio Final (debido al gran número de seguidores de su ejemplo)”. (Registrado por Abu Da’ud, n° 2050)

    El Islam le da un lugar muy especial a los lazos familiares y a las buenas relaciones entre parientes, como lo confirman numerosos relatos del Profeta. Dado que la familia es la base y el fundamento de la sociedad, diversas reglas ayudan a proteger a la familia frente a la ruptura y la desintegración. Los parientes tienen derechos y obligaciones. Se deben reconocer los derechos de los parientes y en consecuencia cumplirlos de manera adecuada.

    La permanencia en privado de parientes hombres y mujeres de una misma familia que tengan permitido casarse legalmente entre sí, puede llevar a problemas familiares y sociales. Para evitar cualquier situación no deseada, el Islam ordena la separación de los miembros masculinos y femeninos de una misma familia que tengan permitido casarse entre sí. Una mujer puede aparecer sin su velo y con ropas de entrecasa sólo frente a su padre, hermanos, abuelos, suegro e hijos.

    En la época pagana pre-islámica, el sistema familiar era corrupto y decadente. El Islam inició reformas decisivas y abolió las prácticas existentes. Mencionaremos algunas de las instituciones prohibidas por el Islam.

    El Islam prohíbe el tipo de adopción legal mediante la cual el niño, que no es hijo consanguíneo, le es ocultada su verdadera identidad, dándosele el apellido del padre adoptivo y adquiriendo los derechos y obligaciones de un hijo consanguíneo. El Islam incentiva fuertemente la adopción de huérfanos y niños desvalidos, y esta forma de caridad tiene un mérito especial. El siguiente versículo del Sagrado Corán dice: Dios no puso dos corazones en el interior del hombre [como para albergar la fe y la hipocresía a la vez]. No hizo que vuestras esposas que divorciasteis sean realmente como vuestras madres; y tampoco hizo que los hijos que habéis adoptados sean como los vuestros. Esto es lo que dicen vuestras bocas; pero Dios dice la verdad, y guía al sendero [recto]. Llamadlos [a quienes no sean vuestros hijos] por el nombre de sus padres verdaderos, pues esto es lo más justo para Dios; y si no conocéis a sus padres, decid mejor que ellos son hermanos en la religión y vuestros protegidos. Y no será considerado un pecado si os hubiereis equivocado [o ignorado que ello no era correcto], pero sí en caso de que lo hiciereis intencionadamente. Y sabed que Dios es Absolvedor, Misericordioso. (33:4-5)

    El Islam prohíbe emparentar forzadamente a un niño con un hombre como su hijo cuando el hombre no admite ser el padre, porque tal afirmación pone en riesgo la relación marital y la vida familiar. La única excepción a esta regla es cuando se comprueba, sin lugar a dudas, que la esposa traicionó a su esposo y está embarazada de otro hombre que no es su esposo. La mujer debe ser protegida de falsas acusaciones que puedan mancillar su honor y dignidad, como acusarla de actividades sexuales ilegítimas con otro hombre que no es su marido. Además, tal acusación hacia un hombre puede crear dudas y rupturas entre el resto de los hijos de la familia, al no distinguir entre legítimos e ilegítimos. Todo hijo nacido que sea producto legítimo de un contrato matrimonial es atribuido al padre sin necesidad de negación o prueba alguna. El esposo no necesita anunciar que él hijo es suyo. Esta práctica se basa en las palabras del Mensajero de Dios ( s ) ,que dicen: “El hijo (nacido como resultado de un matrimonio lícito) pertenece al lecho de su padre.” (Registrado por Abu Da’ud 6:181)

    TLa mujer musulmana conserva su apellido de soltera después de casada, según la jurisprudencia islámica. Según las enseñanzas y leyes islámicas, es ilícito que una mujer lleve el apellido de su marido después de casarse. Al analizar este punto, uno comprende el gran honor, dignidad y respeto que se le otorga a la mujer en el Islam. Esta práctica conserva la igualdad y la equidad de derechos de la mujer musulmana respecto al hombre musulmán en lo que respecta a llevar su propio nombre, especialmente si sucede el divorcio.


    El Islam enseña el respeto a los miembros ancianos de la sociedad islámica y ordena que se les asista. El Mensajero de Dios ( s ) dijo: “No es de los nuestros aquel que no muestra piedad por sus menores ni respeto por sus mayores” (Registrado por Abu Da’ud n° 1984 y Tirmidhi n° 2091)
    También dijo: “Nunca un joven que respete y honre a un mayor dejará de ser recompensado por Dios cuando sea anciano.Dios beneficiará a las personas para que respeten a ese joven cuando sea anciano y más lo necesite”.33 “No es de los nuestros aquel que no muestra piedad por sus menores ni respeto por sus mayores” (Registrado por Tirmidhi)

    La legislación islámica obliga a brindar asistencia a los huérfanos, tal como dice Dios, el Más Misericordioso en el Sagrado Corán: No trates mal al huérfano (93:9)
    No uséis los bienes del huérfano sino para beneficiarlo, entregádselos cuando alcance la madurez. Cumplid con vuestros compromisos, porque se os interrogará por ellos (17:34)
    Quienes se apropien injustamente los bienes de los huérfanos, el fuego consumirá sus entrañas y arderán en el Infierno (4:10)

    Dios trató el tema de la conservación de los derechos de los niños inocentes cuyos padres pueden llegar a cometer un crimen contra ellos debido a la pobreza o la ignorancia. Dice Dios en el Sagrado Corán: Diles: Venid que os informaré lo que vuestro Señor os ha prohibido: No debéis asociarle nada y seréis benevolentes con vuestros padres, no mataréis a vuestros hijos por temor a la pobreza, Nosotros Nos encargamos de vuestro sustento y el de ellos, no debéis acercaros al pecado, tanto en público como en privado, y no mataréis a nadie que Dios prohibió matar, salvo que sea con justo derecho. Esto es lo que os ha ordenado para que razonéis (6:151)

    En la misma línea, podemos ver el respeto y conservación que se les debe a los más débiles, los menos favorecidos y los enfermos de la sociedad islámica.

  • La riqueza y la propiedad privada y pública son la base de la economía y la vida de los miembros de la sociedad. El Islam protege la riqueza personal e impone severas penalidades contra el robo, el hurto y todo tipo de violación contra la santidad de la propiedad. Los engaños, las estafas, el monopolio, la avaricia y tantas otras prácticas perjudiciales también están prohibidas. Esto se hace con la idea de asegurar protección a la riqueza y los bienes personales de los individuos.

    Además del robo, el Islam ha prohibido todo tipo de trasgresión contra las posesiones personales, los bienes inmuebles y las tierras. Esto se basa en el siguiente versículo del Sagrado Corán: No devoréis vuestros bienes injustamente unos a otros, ni sobornéis con ellos a los jueces para devorar ilegalmente la hacienda ajena a sabiendas (2:188)

    Por lo tanto, el trasgresor estará sujeto a una enorme y tremenda sanción el Día del Juicio. Esto se basa en las palabras del Mensajero de Dios ( s ) que dicen: “Todo aquel que tome injustamente dinero de la riqueza de otro sin el debido derecho, Dios se encontrará con esa persona y se pondrá furioso con él” (Registrado por Ahmad, n° 3946)
    “Todo aquel que injustamente tome un palmo de tierra, Dios hará que el opresor sea rodeado con siete mundos (alrededor de su cuello) el Día del Juicio Final” (Registrado por Ahmad, n° 3946)

    La ley islámica exige que el opresor deba regresar el monto que confiscó injustamente de las tierras o propiedades de otros, o deberá pagar el valor de dicha propiedad confiscada injustamente. Aún más, el opresor en tal situación está sujeto a una pena de azotes determinada por el juez musulmán. El Islam le da al propietario de la riqueza o propiedad el derecho a defender lo que es suyo, incluso permitiéndole matar al opresor si no desiste y continúa el ataque contra él y su propiedad. Si el propietario mata a su opresor, no recae en éste la pena de asesinato si demuestra que lo mató en defensa de su propiedad. Por otro lado, si el opresor mató al propietario que defiende lo que es suyo, éste se convierte en mártir y el atacante en asesino. Esto se basa en las siguientes palabras del Mensajero de Dios ( s ) : “Todo aquel que pierda la vida defendiendo su riqueza es mártir” (Registrado por Al-Bujari, n° 2348)

    Sobre la conservación y la seguridad de los recursos naturales: la propiedad pública:

    Las reservas de recursos naturales son propiedad pública y el ingreso generado por los recursos naturales debe ser depositado en el Tesoro Público para financiar las necesidades de la sociedad. Dichos recursos no deben ser propiedad privada de un grupo o clase de personas o individuos privilegiados. Las ganancias de dichos recursos deben utilizarse solamente para el bienestar público. Es responsabilidad de la sociedad islámica vigilar esta propiedad contra el ataque de cualquier intruso o agresor. Toda explotación ilícita de los recursos naturales comunes está prohibida según las enseñanzas y principios islámicos. Dios manifiesta en el Sagrado Corán: Comed y bebed del sustento de Dios y no obréis mal en la Tierra, corrompiéndola (2:60)

    Además, esto se basa en las siguientes palabras del Mensajero de Dios ( s ): “Los seres humanos son socios en tres asuntos (recursos naturales): Agua, campos de pastoreo y fuego (combustible)” (Registrado por el Imám Malik)

    Nota sobre los derechos públicos y privados en el Islam:

    El Islam se esfuerza por fortalecer los lazos entre los miembros de la sociedad. El Islam trata primero los derechos de los miembros inmediatos de la familia, luego los familiares que tienen obligaciones y derechos entre sí según su parentesco. El valor y la importancia de tales derechos varían según el tipo y grado de relación. Dios manifiesta en el Sagrado Corán: ¡Oh, humanos! Temed a vuestro Señor Quien os ha creado a partir de un solo ser, del que creó a su esposa e hizo descender de ambos muchos hombres y mujeres. Temed a Dios, en Cuyo nombre os reclamáis vuestros derechos, y respetad los lazos de parentesco. Por cierto que Dios os observa (4:1)

    Dice Dios en el contexto de las reglas de herencia: Esto luego de cumplir con sus legados y deudas. Vosotros no sabéis quienes tienen más derecho al beneficio de la herencia, si vuestros padres o vuestros hijos. Esto es un precepto de Dios, y Dios es Sabio, Omnisciente (4:11)

    Otros tipos de relaciones no pasan desapercibidas en el Islam puesto que todas son parte de la red que une a las personas acercándolas íntima y socialmente. Las personas más distantes también necesitan algún tipo de vínculo que las una al tejido social para así poder ayudar y apreciarse mutuamente a la vez, que pueden construir una sociedad inclusiva. Dios manifiesta en el Sagrado Corán: Aquellos que, si los afianzamos en la Tierra, practican la oración prescripta, pagan el Zakat [tributo a los pobres], ordenan el bien y prohíben el mal. Y a Dios vuelven todos los asuntos (22:41)

    El fortalecimiento de las relaciones también está guiado por estas palabras del Mensajero de Dios ( s ) : “No se envidien unos a otros; no se inflen los precios unos a otros; no se odien unos a otros; no se den la espalda unos a otros; y no se socaven unos a otros, por el contrario, sean, ¡Oh, siervos de Dios!, hermanos. El musulmán es el hermano del musulmán: Nunca le oprime ni le falla, nunca le miente ni lo mira con desprecio. La piedad está aquí – y señaló su pecho tres veces. Es suficiente mal con que un musulmán mire a otro con desprecio. El musulmán es sagrado e inviolable: Su sangre, su propiedad y su honor” (Registrado por Muslim)
    También dijo: “El ejemplo de los creyentes en el amor, el afecto, la cooperación y la simpatía es como el del cuerpo. Si un órgano del cuerpo sufre dolor, el cuerpo entero sufre por ello manifestando fiebre” (Registrado por Al-Bujari n° 2238 y Muslim n° 2586)

    Por lo tanto, existen derechos públicos y privados bien establecidos en la sociedad islámica. En la siguiente sección destacaremos los derechos públicos y privados más importantes en la ley y las enseñanzas islámicas.